EL alquimista posmoderno transforma el Lenguaje , La historia , el Arte , las
Ciencias en un metal que brilla pero no
es oro.
Los niños con espíritus segregados se
trasladan de un lado a otro entre las paredes lúgubres del mejor postor,
Las hojas estándar, hacen que sus esencias
se pierdan en la mezcla de la “calidad “numérica y la
competencia.
El Nehuén del don no existe, para los fríos
cálculos de un sistema de “emprendimiento” donde prevalece el status quo.
El libro está escrito no hay como
cambiarlo, el final es predecible, el personaje se arrodilla ante el narrador
omnisciente.
El estamento acusa ,
aparta , muestra tu reducción, prohíbe y segmenta , esa es tu alma ,
hasta ahí puedes llevarla ,a menos que puedas comprar otra!!!
Pero el Nehuén despierta, entre el canelo y
el pino radiata , entre la subvención y los aportes basales , y se
esparce lentamente entre el Chile de mall a mall.
Marchas interminables del pueblo agotado, emputecido y desperdiciado,
guillotina para el partido la
constitución y la hidrodestrucción.
Que lleguen pronto las rondas de niños, los
colores mestizos, las lecturas de libros inconclusos, los números en versos y
la música algebraica. Que lleguen pronto
las lenguas ocultas , los anti poemas
y el trueque de oro por el cobre expropiado.
El Nehuén ha exigido, el pueblo ha hablado,
los niños no esperan , los espíritus se
han liberado!
Paula Ortiz
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