Nunca un pupitre debe estar sólo
sin que lo escolten sueños de niño,
ni hoja de papel en vuelo como ave.
Hay una mano chiquita de infante,
siempre aprendiz de letras
primeras,
el caudal ofrece aprendizaje y
logro.
Reciba en su memoria la luz solemne
de bella educación, y asi se construya
sin que lo envuelva el afán de
lucro.
Y vuelto hombre busque aspiración
para devolver la ilusión a otro
infante
y sea dueño de su sueño y su pupitre.
México
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