Me levanto en la mañana, me pregunto
¿Qué será del él?, ¿qué será de ella?
Aquel que sol a sol recorre las calles
mitigadas de Santiago
Buscando el fruto de lo que vendrá.
Aquel que con esperanza mira el horizonte,
Con esos ojos brillantes que recuerdan lo
jovial.
Aquella luminosa luciérnaga encantada con
la verdad,
Que espera impaciente poder hablar.
Aquel dulce corazón que se abre a un mundo
nuevo,
Imposible para todos y posible para él.
Por ellos, ellas y aquel es por quienes
seguimos luchando,
Por quienes nos despertamos y logramos ver
la vida con un ojo humano.
La mirada sincera que otorga el desvalido
Es la razón por la que vale la pena querer un mundo mejor.
Por el corazón valiente que entrega el
estudiante
Chile merece un estandarte.
Lunática
Villanueva
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