Por María Teresa Fuenmayor Tovar
Caracas, Venezuela
Veinte mil voces pidiendo
cultura sin restricción,
que el saber no sea mercado
ni negocio la instrucción.
Veinte mil voces pidiendo
el libro en vez del cañon,
la letra y no la bala,
aprender sin condición.
Cerebros que necesitan
del saber el alimento
sin importar el bolsillo
ni lo que en él tengan dentro.
Veinte mil voces que claman
la luz de una nueva aurora
por la juventud ahora
que es el Chile del mañana.
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