¿para
qué vive el hombre que está dispuesto a desobedecer su propio mandato?
El
hombre es hombre cuando la palabra se hace presente. El mundo es mundo cuando
alguien puede así nombrarlo. La noche sólo es noche si el sol así lo desea, yo
te pregunto entonces ¿acaso tu deseas tu propia esclavitud?
No
eres más que un ser inefable, un tortuoso ruido en la nuca del mundo. Maraña de
engaños y mentiras, mentiras que prefieres creer para engañarte y hacer así tu
miserable vida más llevadera
¿haz
pensado cuánto vale tu vida cuando nadie la valora por ti?
Muchas
cosas podrían decirse hoy. Muchas cosas podrían escurrirse por mis dientes,
caer por mi mentón hacia el suelo hasta crear una ciénaga oscura y pegadiza
bajo mis pies, pero no, hoy no es para eso, hoy es para oponerme a tu violencia
y con ello no quiero referirme a la nuestra, espacio tan íntimo y propio, sino
que a la que tú ejerces contra tí mismo, pues el daño más crudo es la que te
ejerces con tu obediencia.
Como
eres un ser tan despiadado e inconsciente, voy a decirte hoy lo que te sucederá
mañana: no seré yo sino tu cuerpo el que se revelará, será tu sangre la que se
resistirá a fluir por tu cuerpo pútrido y traicionero, serán tus pulmones los
que no se contraerán más para que no puedas pronunciar otra vez la palabra
justicia, e incluso serán tus mismas redes neurálgicas las que no querrán
encontrarse para así no tener que seguir produciendo más ideas que atenten
contra tu propia libertad.
marmaduque
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